Co2 reducido tras el Covid-19: Enseñar a cuidar el medio ambiente, es enseñar a valorar la vida

El Covid-19 ha logrado reducir las emisiones de Co2. Ninguna iniciativa humana había conseguido nada igual en el último siglo. Ni una guerra, pandemia o recesión, ha tenido un impacto tan evidente durante el último siglo, como el que ha logrado el Covid en pocos meses.

Ha generado el mayor cambio en la emisión de Co2 de la que se tenga registro en la historia; un 17% a nivel mundial.

El año 2020 fue la fecha propuesta por la unión europea hace dos años para que los países que la forman, cumpliesen la normativa y así se consiguiese mejorar la eficiencia energética.

A pesar de que se han tomado medidas durante este tiempo, la naturaleza ha decidido coger el toro por los cuernos, y dar un paso gigante.

¿Cuáles han sido los cambios que se han generado?

No solo ha habido una reducción en las emisiones de Co2, también han mejorado otros aspectos contaminantes en nuestro planeta.

Ha habido menos aviones y menos coches en la carretera, que han ayudado a reducir el Co2.

El consumo de energía ha bajado provocando una disminución de gases contaminantes en la atmósfera. La contaminación acústica también se ha visto reducida esta temporada, alcanzando el volumen de decibelios que recomienda la OMS.

Se ha detectado que el planeta está vibrando menos y que podría deberse al cese de nuestras actividades diarias. Y hemos tenido la oportunidad de disfrutar de un paseo por la playa o ver las fotografías que se postean de las aguas cristalinas y limpias que se veían después del confinamiento.

Después del coronavirus, todo está regresando a la normalidad. Estos resultados que se generaron a corto plazo, al volver a retomar nuestra rutina diaria, volvemos a practicar las costumbres que ya teníamos. Por eso, el efecto de la pandemia en nuestro planeta, depende de las decisiones que se tomen, no solo durante el confinamiento ni a corto plazo.

Debido a ello, actualmente se está consolidando un movimiento a favor de una recuperación post coronavirus que refuerce un nuevo modelo socioeconómico que sea climáticamente neutro, capaz, sostenible e inclusivo, para así no descuidar el cambio climático ni el medio ambiente.

También se ha demostrado que las políticas de estímulo verde, ayudan a generar un mayor número de empleos, además de superiores retorno de resultados positivos a corto plazo, y un efecto multiplicador a largo plazo en comparación con las áreas más tradicionales.

Un reto devolverle la vida al medioambiente, pero esperemos ser capaces al menos de mantener lo que hemos conseguido reducir.