Al vender una propiedad, sobre todo si es por primera vez, siempre hay muchas dudas e inseguridades que resolver. Por eso, es fácil acudir a un cuñado o padre que te aconseje acerca de la gestión inmobiliaria. Sin embargo, cada caso es diferente, y puede llegar a ser complicado. ¿Te la vas a jugar con una de las decisiones más importantes de tu vida? Confía en un profesional que te asesore. Busca la tranquilidad, las ventajas y la seguridad poniéndote en manos de los mejores inmobiliarios. Olvídate de dolores de cabeza, pérdidas de tiempo y esfuerzos. Un error puede ser un problema en este sector, busca respuestas con conocimiento de causa.
Evita sorpresas, y busca la ayuda experta de un agente inmobiliario.
¿Cómo te puede ayudar?
Si tu idea es vender lo antes posible en las mejores condiciones, la forma perfecta de hacerlo es con una valoración de tu vivienda. Los agentes, estudian los precios de mercado por zonas, evalúan el área geográfica, y te aconsejan acerca del mejor precio de venta, aportando una visión real y actualizada.
Un agente inmobiliario está dotado de unas cualidades que le ayudan a entender tus necesidades, pero también las del posible comprador. Con lo que su diálogo y discurso es un plus para intervenir en una negociación, al explicar la vivienda durante una visita, al gestionar cualquier tipo de imprevisto y para resolver cualquier pregunta del comprador.
Para cerrar una operación correctamente, hay que estar atentos a muchos detalles. Además de la comercialización en sí, tras encontrar al comprador, se debe tener en cuenta toda la documentación que hay que aportar para que todo sea legal y llegar a la escritura sin obstáculos. El hecho de tener toda la documentación en orden es un punto crucial en toda operación. Si un documento no se presenta, muy posiblemente caiga la venta. La inmobiliaria no deja que eso ocurra.
Entre el trabajo, la familia, los recados de última hora… Atender las llamadas, estudiar el perfil de cliente comprador, programar y realizar las visitas… No está a nuestro alcance. Con la ayuda de un profesional que se dedica exclusivamente a ello con un plan de servicio, te aporta tranquilidad y no perderás ninguna oportunidad por el camino.
Una inmobiliaria ya tiene un nombre, es reconocida, y la gente la identifica, genera confianza, ofreciendo seguridad y transparencia a los clientes. Por ello, se recurre a ellas, ya que, al dar ese grado de familiaridad, deciden contactarlas, y es más fácil dar con el cliente comprador. Además, disponen de todos los canales y medios publicitarios para que la vivienda sea visible para los usuarios y sea fácil de encontrar. Y si no se quiere publicitar, como comentábamos, al tener una base de clientes sólida con un alto interés de compra, la inmobiliaria encuentra al cliente ideal.
Venderá tu vivienda de forma eficiente, con las mejores técnicas de venta, difundiendo de forma acelerada la vivienda, mientras junta toda la documentación que se precisa para la venta de la propiedad.
Para los inexpertos: el proceso de venta, no termina tras la firma de arras. Incluso, post-escritura, si surge alguna duda, el agente podrá sugerir y ayudar con imprevistos de la vivienda o documentación.
En Luna Llar, somos una inmobiliaria 360º. Nuestro objetivo, al ser una consultora inmobiliaria, es cubrir todos los servicios que permitan que el proceso de venta sea algo cómodo, tranquilo y, sobre todo, efectivo. Trabajamos a éxito, por lo que dedicamos toda nuestra atención a nuestro trabajo con todo el esfuerzo y pasión.
¿Quieres que te ayudemos?