Según un artículo recientemente publicado en Idealista, “la venta de chalets firma su mejor arranque de año desde 2007”.

Hemos analizado las tendencias que se nos presentan en nuestra zona, y lo cierto es que podemos corroborar que, aunque se venden todo tipo de propiedades, las casas individuales, adosadas y chalets, ganan protagonismo impulsadas por las necesidades que la crisis del covid-19 nos han ocasionado.

Entre enero y abril del 2021, se han cerrado 47.536 compraventas de viviendas unifamiliares en España. Comparativamente con el año pasado, ha habido un incremento del 60% durante las mismas fechas. Supera la cifra del último ciclo más alto, hace 14 años, durante el primer cuatrimestre del 2007.

En resumen, se han vendido unos 400 chalets al día durante los primeros meses del año.

Como hemos mencionado en ocasiones anteriores, las familias apuestan por viviendas más grandes. Con acceso a un espacio exterior, para poder gestionar un posible confinamiento de forma más llevadera.

Se suma el hecho de que muchas empresas han optado por el teletrabajo. Así que las características de las propiedades deben ajustarse a esta nueva inclinación.

Nos encontramos con una cifra elevada de familias que buscan el modelo de propiedad unifamiliar como primera vivienda, con su espacio interior y exterior. Por debajo de esta tipología, vendrían aquellas viviendas con terraza, que ofrezcan otras ventajas como zona comunitaria, piscina, instalaciones deportivas, y parking. (Sobre todo para familias con hijos pequeños). El perfil que más interés desarrolla por este tipo de propiedad es el de personas entre 40-50 años con niños. La mayoría, buscan una zona verde, un espacio donde teletrabajar y un entorno más natural.

Es evidente, que muchas familias deciden trasladarse al extrarradio para conectar con el aire libre, buscando la calidad de vida que ofrecen los pueblos o pequeñas ciudades: un entorno más tranquilo y plácido.

Como era de esperar, con respecto al primer trimestre del 2020, ha habido un incremento de las ventas. Pero sí hay que concretar que esta tendencia se mantendrá dependiendo de la situación del mercado laboral, el desarrollo del Covid, y de la situación financiera del momento.

Con lo que nos hemos encontrado a menudo, son con las operaciones en cadena. La doble operación: muchos clientes venden su casa para comprar una nueva que reúna las características que hemos mencionado con anterioridad.

La figura que siempre está al pie del cañón, y sigue persistiendo con fuerza es el inversor, que apuesta por el sector inmobiliario, ya que sigue siendo un activo muy rentable para invertir.

Si los clientes cuentan con la capacidad adquisitiva suficiente para poder llevar a cabo la compra de una vivienda unifamiliar, será una buena elección trasladarse a una propiedad que, en la medida de lo posible, cubra la mayoría de sus necesidades. Eso sí, siempre contemplando lo que implica vivir en las afueras. Gastos de mantenimiento, IBI, gastos de transporte, gastos de comunidad, etc. Junto con el análisis de la viabilidad de la operación contrastando el precio de venta de la vivienda actual o del alquiler de ésta para poder obtener con éxito la nueva vivienda unifamiliar.

Por último, es necesario valorar la situación de cada cliente. Estudiar todas las posibilidades financieras e hipotecarias. Ponerse en manos de unos buenos profesionales será la clave para llevar a cabo una buena gestión de compraventa.

¡Qué tengas un feliz día!