¿Tienes un local y no sabes si se puede convertir en una vivienda?

Te contestamos muy positivamente a ello: efectivamente, sí se puede transformar un local en una vivienda.

¿Es una buena idea?

Por supuesto, acondicionar un local como una vivienda puede ser interesante ya que puedes habitar en ellos, o rehabilitarlos para alquilarlos con mayor facilidad. Sin embargo, no olvides todos los aspectos técnicos, legales, y administrativos a considerar previa la reforma.

¿Cuáles son las condiciones técnicas antes de realizar cambios?

Habrá que tener en cuenta las características del local, entre ellas su superficie, el tipo de vivienda que se quiere rehabilitar y normativas vigentes de cada ubicación geográfica.

El local debe tener al menos 38m2 de superficie útil.  Si es más pequeño, se puede transformar en un “estudio”, siempre y cuando tenga entre 25 y 37 m2. Si es inferior a 25m2, no se podrá llevar a cabo ninguna de las dos opciones anteriores.

Si se trata de un local ubicado en una “entreplanta”, no suelen admitirlos como viviendas.

Algunos requisitos que se deben evaluar…

  • Fachada de la propiedad: < 3 m2 exteriores y 2,7 m2 interiores.
  • Altura techo: < 2,5 m2 en más del 75% de la vivienda. (en el resto de la vivienda <2,2 m2)
  • El fondo: < 12 m2. (La distancia en m2, desde la alineación de la fachada, que establece la profundidad máxima que puede ser ocupada por la edificación).
  • Muchos locales no disponen de ciertas estancias que hay en una vivienda. Para poder realizar el cambio de local a vivienda, la propiedad deberá distribuirse en cocina, baño, dormitorio y comedor. También disponer de salida de humos, un 8% de ventilación y un 12% de luz natural.

Aunque creas que esto termina aquí…  ¡Hay más cosas!

 

¿Qué documentos necesitas para llevar a cabo la transformación?

Empezaríamos con la tramitación de la solicitud de la licencia de obra. Esta licencia detalla el cambio de uso tanto del espacio como de las instalaciones que a partir de ahora tendrá la propiedad. Es un trámite obligatorio. Después se realiza un proyecto técnico visado. Para ello, se deben asumir el coste de unas tasas e impuestos e incluso avales de gestión de residuos.

Una vez se obtenga la licencia de obra, se podrá realizar la reforma. Finalizada la obra, se procede con la declaración de alteración catastral. En el catastro, siempre aparece el uso de la propiedad. En este caso deberá modificarse de local a vivienda.

Por último, se procesa la licencia de primera ocupación. Es una licencia que se obtiene a través del ayuntamiento, en la que los técnicos municipales aprecian y controlan que las obras se ajustan a la licencia de obra y a la declaración de la alteración catastral. A raíz de este documento, también se solicitarán los suministros de luz agua y gas.

Es un proceso algo extenso, pero según tus necesidades, puede ser de tu interés transformar tu local en una vivienda.

Si necesitas más información sobre esta acción, contacta con Lunallar, te ayudaremos en todo lo que sea preciso para que puedas realizar tus sueños