Para ahorrar energía en el hogar hay que ir adquiriendo una serie de hábitos. Estos gestos diarios, consiguen un ahorro energético que se traduzca en:
- Reducir la factura de la luz
- Estar más concienciados con el medio ambiente.
Consejos
Aquí vamos a mostrar una serie de prácticas sencillas con las que al final notarás la diferencia y te ayudarán a ahorrar:
- Aprovechar la luz natural es una de las formas más sencillas ahorrar energía en casa, y en nuestro país, es algo relativamente sencillo puesto que vivimos en un territorio muy soleado.
- Abre las persianas en invierno cuando esté dando el sol y bájalas durante la noche y en verano haz lo contrario, bajarlas durante las horas de calor y subirlas a última hora del día y hasta el amanecer.
- Haz un uso racional tanto de la calefacción como del aire acondicionado, procurando mantener una temperatura de confort en verano que rondará los 25 grados y en invierno los 20 grados.
- Un buen aislamiento de puertas y ventanas evitará que haya corrientes de aire y que la energía no se escape por ningún resquicio.
- Utiliza electrodomésticos de clase A o superior: en el caso del frigorífico ajustar la temperatura dependiendo de la época del año, no pongas la lavadora y la secadora hasta que no estén a plena carga, aprovecha el calor residual de horno y de la vitro para terminar de hacer lo que se esté cocinando, tapa las sartenes y las ollas al cocinar, ya que gran parte del calor que se genera se escapa si no se utiliza una tapa.
- Apagar completamente los aparatos electrónicos que no estés usando, hay que recordar que el standby es uno de los consumos invisibles que gasta energía.
- Haz un uso racional también del agua, duchándote en vez de darte un baño y no dejando los grifos abiertos cuando no se esté usando el agua, asimismo, puedes instalar un difusor tanto en la ducha como en el grifo del fregadero.