En España, la gran mayoría de las viviendas se venden en un plazo de entre 8 y 12 meses. Sin embargo, este dato no es aplicable en todos los casos. Hay mercados mucho más activos, donde la demanda es mayor y en los que un inmueble puede venderse en menos tiempo. 

La lista de factores que determina cuánto tiempo se tarda en vender una casa, es realmente amplia. Hay aspectos que son inamovibles, pero en otros sí se puede trabajar para acelerar los plazos:

  1. Localización: las estadísticas indican que se tarda menos en vender en ciudad que en las afueras. Y los plazos se acortan en grandes ciudades como Madrid, Barcelona o Sevilla, donde es posible vender una casa en menos de seis meses. Hay diferencias entre ciudades y barrios y también entre comunidades, así, en Extremadura o Castilla-La Mancha los plazos son más prolongados.
  2. La época de año: es un factor que no siempre se valora, pero que tiene su importancia, puesto que las estadísticas indican que las ventas se aceleran en el primer semestre del año.
  3. Las características de la vivienda: en este aspecto hay que dar relevancia a dos cuestiones. Por un lado, que siempre hay una tipología de vivienda más demandada (hoy se valora especialmente que sea amplia y tenga terraza o zonas comunes en el edificio). Por otro, el estado de la casa, que muchos compradores miran con lupa en su deseo de poder ocuparla cuanto antes.
  4. La planificación: colocar en el mercado inmobiliario una vivienda no es una tarea que se pueda improvisar si lo que se quiere es vender con rapidez y obtener por ella un beneficio justo. Es importante analizar ese mercado para comprobar en qué coyuntura se encuentra, realizar algunas mejoras en la vivienda para hacerla más atractiva, marcar un precio adecuado, tener lista toda la documentación imprescindible, etc.
  5.  La promoción y canales de venta: elegir los canales más apropiados para publicitar el inmueble y que llegue al mayor número posible de posibles compradores es una de las claves para acortar los tiempos de venta. Pero hay más, una  buena “puesta en escena” con imágenes de calidad es también fundamental. Por ese motivo, la venta a través de agencias y profesionales siempre es más rápida que si se realiza a nivel particular.

 

Para reducir el tiempo de venta:

 

Siempre se pueden acortar los tiempos si se tienen en cuenta algunos de los aspectos anteriores, esos en los que el propietario sí puede intervenir. Por ejemplo, revalorizando la vivienda realizando algunas mejoras. De hecho, se calcula que, con una reforma adecuada, el valor de la casa se puede incrementar hasta en un 20%. Y si además se cuida la presentación, es decir, se aplican técnicas de home staging será mucho más atractiva a ojos de posibles compradores.

Al fijar el precio de venta hay que evitar dejarse llevar por aspectos subjetivos. Pensar que nuestra casa tiene un precio superior al real o intentar obtener un mayor beneficio de la venta puede jugar en nuestra contra.

Cuando una vivienda está sobrevalorada pueden darse dos circunstancias que, de algún modo están relacionadas. Por un lado, que la casa se estanque en el mercado, se tarde mucho en venderla y, finalmente, haya que rebajar el precio. Y todo ello, tiene un coste.

La segunda posibilidad es que en este tiempo de espera, hasta materializar la venta, cambien las circunstancias del mercado. Si este se ha activado no habrá mayor problema. Sin embargo, si se da un periodo de ajustes, puede ocurrir que no quede más remedio que vender incluso por debajo de lo que hubiera sido un precio razonable al principio.

Por ello, más que preguntarse cuánto tiempo se tarda en vender una casa, conviene plantearse de qué manera se puede agilizar la venta.

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